Hacia un recorrido conceptual del Trauma Psíquico. Incumbencias subjetivas singulares y repercusión en lo social. Clasificación y articulación de Catástrofes con el hecho traumático que irrumpe sobre la comunidad. El adolescente como sujeto en riesgo. Antequera, A., Dabini, D´Amato, C., M., Gutiérrez, M. L., Antequera, M. El concepto de Trauma remite, ante todo, como el propio Freud lo indicó, a una concepción económica: «Llamamos así a una experiencia vivida que aporta, en poco tiempo, un aumento tan grande de excitación a la vida psíquica, que fracasa su liquidación o su elaboración por los medios normales y habituales, lo que inevitablemente da lugar a trastornos duraderos en el funcionamiento energético». El aflujo de excitaciones es excesivo en relación a la tolerancia del aparato psíquico, tanto si se trata de un único acontecimiento muy violento (emoción intensa) como de una acumulación de excitaciones, cada una de las cuales, tomada aisladamente, sería tolerable. Se entiende por trauma a “todo acontecimiento de la vida del sujeto caracterizado por su intensidad”, la incapacidad del sujeto de responder a él adecuadamente, el trastorno y los efectos patógenos duraderos que provoca en la organización psíquica. Tienen que existir determinadas condiciones objetivas para que la experiencia traumática quede alojada en el psiquismo a modo de “cuerpo extraño”. El acontecimiento en sí mismo puede excluir la posibilidad de abreacción, por ejemplo ante la perdida de un ser querido, pero existen otras circunstancias especificas que le confieren su valor traumático: condiciones psicológicas del sujeto al momento del acontecimiento y situación efectiva (circunstancias sociales, exigencias de la tarea, etc). El Yo, al desencadenar la Señal de Angustia, intenta evitar ser desbordado por la aparición de la angustia automática, que caracteriza la situación traumática, en la cual el yo se halla indefenso. El Estado de Desamparo provee el prototipo de lo que es una situación traumática, en la que el sujeto es incapaz de dominar las excitaciones. El Estado de Desamparo está ligado en Freud con la Prematuración del hombre: su “[...] existencia intrauterina parece relativamente corta en comparación con la de la mayoría de los animales; se halla más incompleto que éstos cuando viene al mundo. Ello hace que la influencia del Mundo Exterior sea más intensa, es necesaria la diferenciación precoz del Yo con respecto al Ello, aumenta la importancia de los peligros del Mundo Exterior, y se incrementa enormemente el valor del único objeto capaz de proteger contra estos peligros y de reemplazar la vida intrauterina. Este Factor Biológico crea, pues, las primeras situaciones de peligro y la necesidad de ser amado, que ya nunca abandonará al hombre”. Esa Prematuración Biológica lo precipita en la Indefensión Psíquica que es, precisamente, la senda facilitadora de la Cultura y lo que hace que el hombre sea lo que es, lo que hace a la entidad humana. Es el camino desde la Filogénesis a la Ontogénesis. Es decir que, a pesar de su origen infantil, el Sentimiento de Desamparo y Desvalimiento lo acompañan durante toda su vida. Por ese mismo, desde siempre la Humanidad ha intentado mitigar tal desvalimiento a través de Mediaciones Simbólicas (instrumentales y normativas). Cuando tales mediaciones se muestran ineficaces o insuficientes, conmueven al conjunto de representación desbaratando el Sistema de Sentido que permite soportar la indefensión estructural. Freud hablaba de tres fuentes de sufrimiento: la fragilidad del propio cuerpo, el hiper poder de la naturaleza y principalmente el vínculo con los otros seres humanos. La cuestión de la Prematuración Humana ha sido desarrollada por Lacan en su Teoría de Lo Imaginario y del Estadio del Espejo. Pero, para él, lo que constituye el fondo del Desamparo del Sujeto es su Estado de Dependencia con relación al deseo del otro, deseo opaco ante el cual se encuentra sin recursos. Desde Freud, la conceptualización del Trauma, implica un íntimo interjuego con las cuestiones actuales que re-avivan en lo social el Trauma Psíquico Infantil. En sus estudios y análisis de la situación de Posguerra, Freud establece la articulación del Efecto Traumático Infantil, con una repercusión en lo social que también se manifiesta como hecho “traumático” o bien inusual, anormal y sorpresivo. Este contexto social que sustenta el escenario de re-actualización del trauma, puede funcionar como Factor Desencadenante de las diversas patologías. Sin embargo, el escenario social que establece la situación traumática, no funciona únicamente como Factor Desencadenante en algunos sujetos singulares, sino que establecen una situación “anormal” en el Ambiente Social mismo. En este punto, comienza a relacionarse la cuestión de las Catástrofes o Desastres, que por incluir lo social, afectan directamente a la comunidad, provovando una repercusión masiva. En materia de Catástrofes se plantean cinco dimensiones: a) De la Naturaleza (desastres geológicos, atmosféricos, epidemias), b) De Accidentes de Gran Magnitud (causados por los medios de transporte y tecnologías), c) De la Economía motivada por la hiperinflación, devaluación abrupta, corrupción, bloqueo económico, etc., d) De Armamento causado por Conflicto Bélico, Holocausto, Terrorismo o Violencia de Estado, e) De Instituciones causado por la inseguridad y violencia institucional. Cada uno de estos ejes temáticos desarrollan algunos elementos propios que se pueden establecer para diferenciarlos: En los Desastres Naturales, se observa que todas las Catástrofes producidas por fuerza de la Naturaleza, tienen una enorme gravedad en el nivel social. Sin embargo, por ser accidentales y no provocadas directamente por el hombre, soportan un peso menor en sentido de responsabilidades institucionales, sociales, comunitarias e individuales. Hay zonas, países o ciudades, que están preparadas para determinadas catástrofes naturales, como los sismos o terremotos. Aunque igualmente las consecuencias son inesperadas, por lo sorprendente del momento en que se producen. En general, se contraponen dos factores importantes que influyen en estos casos: la evacuación de personas (aunque sea a nivel preventivo) y el posterior análisis de la intensidad del fenómeno. Es importante tener en cuenta el primero de los factores, porque justamente se evalúa el peligro establecido, como primera medida de prevención. En todas las situaciones de desastres naturales, cuando ya han ocurrido, lo que nunca debe excluírse es la evacuación de personas, con medidas de asistencia y prevención pre-establecidas, para salvar vidas al mismo tiempo que se investiga y analiza el fenómeno. En los Accidentes de Gran Magnitud, el factor fundamental que desencadena el trauma, es la masividad que encierra el desastre. Es evidente, que más allá de la implicancia en un Accidente de Gran Magnitud, encierra infinidad de cuestiones que ponen en enorme tensión el carácter humano, desde un punto de vista diferente y que sólo tiene lugar en situaciones límite de extrema necesidad. En esta dimensión se ubica un suceso ocurrido en los Andes con la caída de un avión, que quedó varado por varios días en la cima del encadenamiento montañoso. Este accidente conmocionó al mundo entero por su extensión hacia todos los niveles humanos posibles de ser pensados, llegando hasta sus bordes humanitarios más alejados. Produjo un impacto global en lo Social, Religioso y Cultural, con fuertes críticas y cuestionamientos hacia un cambio de significado de lo considerado humano en cuestiones límite, como Catástrofes de Gran Magnitud. Esta pérdida de significación de lo humano que implicó decidir si sobrevivir alimentándose de carne humana, (de compañeros o familiares muertos en la caída) o morir de hambre, produce quiebres en el nivel psíquico subjetivo y singular de orden definitivo. En consecuencia, se produjo un fuerte debate mundial en Niveles Religiosos y Culturales comprometiendo lo más primitivo del carácter humano, en tanto autoconservación. Asimismo, la necesidad de supervivencia se transpoló a necesidades humanas prehistóricas: alimentarse con cadáveres, que además pertenecían a sus familiares. En este caso, la re-actualización del Trauma en el psiquismo, funciona de manera muy primitiva, en la que la misma condición humana puesta en juego, no consigue ligarse simbólicamente, porque para eso debe desaparecer-se físicamente. En cuanto a Crisis Económica: se puede reconocer ciertos desarrollos que conllevan momentos críticos para la continuidad de la Civilización. Históricamente la Caída de Hitler, significó una articulación de cuestiones que, a nivel mundial, tuvieron repercusiones posteriores en varios sentidos. Fundamentalmente, un arduo análisis situacional en épocas posteriores, posiciona al derrocamiento del Gobierno Nazi, como posible causa de la posterior Crisis Económica en los Países del Eje que tuvo repercusión en todos los niveles: Político, Institucional, Social y Cultural. Si bien el Conflicto Bélico producido por Alemania en esa época, ocasiona una Crisis Económica en esos países, justamente el Derrocamiento de Hittler, plantea el final del Poder del Nazismo. La Debacle Económica que esta situación produjo, fue históricamente una de las mayores crisis producidas en la época y en pocos años provocó altos niveles de Depresión Económica, Política y Social. Aquí la catástrofe actúa en un sentido subjetivo de desvalimiento, ya que en esos lugares “no había esperanzas”. Aunque con el posterior crecimiento económico y rescontrucción lograda por Alemania, (actualmente posicionada como una de las Potencias Económicas Mundiales), demuestran que la actuación socio- comunitaria general y de urgencia luego de una catástrofe, pueden generar cuestiones mucho más favorables que las establecidas previamente a lo ocurrido. La Violencia y Agresión Armada, conllevan cuestiones límite que se verifican en todos los conflictos bélicos y establecen a la violencia como factor principal a ser abordado. Esto es, la violencia que toda situación armada de por sí origina, es experimentada desde lo humano como agresividad. En general, se establece una única esperanza, que a la vez se transforma en el único objetivo de vida de los soldados a la hora de sobrevivir. Por eso, además de ser una catástrofe a nivel social o nacional que implica violencia armada, agresión y muertes sin motivos, implica el límite a todos los objetivos humanos que pueden tener lugar en una situación extrema de agresión armada durante cualquier conflicto bélico. Los soldados que arriesgan sus propias vidas para salvar una vida ajena, en nombre de “La Patria”, verifican la forma en que los niveles extremos de agresión y de violencia producidos durante las guerras, pierden de vista el aspecto más fundamental del carácter humano: la autoconservación. El Colapso de las Instituciones es evidente, cuando se obtura lo Institucional, las Dictaduras Militares emergen y suceden los mayores colapsos que pueden sufrir los países. En los últimos tiempos se han padecido negras etapas dictatoriales en América Latina y aún hoy se evidencian las consecuencias. Los Estados como instituciones que debieran proteger el bienestar de las Naciones, se hallan totalmente desviados de su Función Principal con la irrupción de Gobiernos de Facto. El Estado Benefactor tuvo su culminación última durante esas etapas, precipitando al ciudadano en la Inseguridad, la Tortura y la Muerte. El Colapso Institucional produce diferentes crisis, pero es mayor la catástrofe en muerte de personas, inocentes, que se transforman en víctimas de las masacres indiscriminadas. Hoy, el resentimiento social de familias desintegradas, sigue estando presente en la Memoria de los Pueblos azotados por el totalitorismo.. En todos los casos, los factores masivos y sociales de la catástrofe, producen un efecto desorganizante del psiquismo. El efecto traumático re- actualizado en los desastres se define en términos sociales, sanitarios y físicos. Así, el desastre se torna a su vez en trauma psíquico. Como fenómeno disrruptivo que impacta en lo social, confronta con el sentimiento de desvalimiento y vulnerabilidad, colapsando la creencia de autonomía y control de la situación. Hay evidencias que demuestran como el desamparo y el desvalimiento que dejan tras sí las Catástrofes, teminan por desgastar tanto los sentimientos que convierten lo humano en harapos. El Aparato Psíquico vuelve a caer en la fragmentación que lo aliena en el mundo hasta entonces conocido, provocando la Vuelta de la Libido contra el propio Yo e iniciando de esta forma la destrucción psíquica. ?? ?? ?? ??